1. CLASIFICACIÓN Y CONTEXTO HISTÓRICO-SOCIAL
La Chaîne Simpson (La cadena Simpson) es el nombre que recibe el cartel elegido para realizar esta primera práctica.
El autor de esta obra (Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec-Montfa; Francia: 1864 – 1901) adquirió grandes influencias de Cheret. Pero se encargó de acentuar mucha más las características de la obra de este.
Desde que a Toulouse le detectaron la enfermedad en los huesos que no le permitió desarrollarse y crecer como una persona normal, su vida dio un cambio radical. Empezándole a gustar mucho la noche, y a coger malos vicios como la prostitución, el alcohol… Pero aún con todos estos problemas y siendo una figura tan llamativa, Toulouse se convirtió en un reconocido pintor, cartelista e ilustrador.
Al contrario que los artistas impresionistas (anteriores a su época), apenas le interesaba el género del paisaje, ya que para él lo más importante e interesante eran las personas, el pueblo. Siempre prefirió ambientes cerrados, iluminados con luz artificial, para jugar con los colores y los encuadres de forma subjetiva. Desde muy pequeño fue muy observador, atrayéndole la gestualidad de las personas (cantantes y comediantes), y le encantaba ridiculizar a la gente poderosa, pese a que él pertenecía a la clase alta, según él se sentía rechazo por ellos. Además tenía una gran memoria fotográfica, y pintaba de forma muy rápida. Hay que decir, que es uno de los principales representantes de la vanguardia modernista y del Art Nouveau (finales siglo XIX, principios XX).
Algo que le caracteriza es que vivía de noche, y pasaba gran parte de su vida en los cabarets; haciéndose amigo de los dueños de estos. Consiguió así que le encargaran carteles para promocionar los espectáculos de los cabarets, algo que siempre entusiasmo a Lautrec. Comparándolo con otros artistas de su época,este sí que llegó a vender obras y fue bastante reconocido, pero especialmente su popularidad radicó en sus ilustraciones para revistas y carteles publicitarios más que en la pintura para óleo.
Siempre tuvo grandes amistades en el mundo del espectáculo, ya que para Toulouse el mundillo del vicio y de la extravagancia fue desde siempre su refugio.
Se consideraba así mismo un cronista social, ya que se relacionaba con todo el pueblo y se consideraba uno más de ellos.
Pero el alcoholismo deterioró su salud, padeciendo los últimos años de su vida
manías, depresiones, neurosis, además de ataques de parálisis en las piernas y en un costado. Muriendo postrado en una cama.
manías, depresiones, neurosis, además de ataques de parálisis en las piernas y en un costado. Muriendo postrado en una cama.
Una vez que hemos acabado de hablar un poco del autor, pasaremos a decir que Toulouse-Lautrec realizó este cartel (La Chaîne Simpson) por encargo de Louis Bougle, propietario de un negocio de bicicletas, con el coincidió durante un viaje a Londres. Bougle deseaba promocionar con este cartel su revolucionario invento: “la cadena Simpson”, la cual impulsaba sus bicicletas, eligiendo como modelos a Constant Huret (famosos ciclista francés) y sus entrenadores.
Además en esta época el ciclismo estaba empezando a calar como deporte entre la sociedad francesa, por lo que la obra tuvo bastante éxito.
2. ANÁLISIS DE LA OBRA
Una vez estudiada la vida que llevó Toulouse-Lautrec, vamos a poder entender mucho mejor el estilo de sus obras.
Siguiendo el estilo de su autor esta obra pictórica pertenece al Art Nouveau (modernismo). Y la técnica que ha utilizado en este cartel es la litografía (técnica de impresión típica de la época, y utilizada especialmente para la producción de carteles); en este caso el soporte de la pintura es el papel. Teniendo un tamaño aproximado de: 86 x 119,4 cm.
Podemos observar una bicicleta (en ella está el famoso ciclista: Constant Huret) en la izquierda, la cual lleva puesta la maravillosa cadena propulsora (Cadena Simpson: que se anuncia), y vemos como va a adelantar al tándem que aparece a la derecha. En un segundo plano contemplamos a Bougle junto a una banda militar inglesa para celebrar el triunfo de su producto. Mientras que en el fondo se ve el resto de ciclistas. Se aprecia perfectamente la representación del espacio tridimensional y como del primer al último plano el autor le va restando importancia y lo va difuminando cada vez más.
La verdad es que los colores del cartel dan una sensación de calidez, ya que están en abundancia tanto los tonos anaranjados como rojizos (títulos y banda), acompañado de tonos pastel o amarillentos. Resaltando los ciclistas en un tono más oscuro: negro. Hay que mencionar que el efecto de movimiento de los vehículos está perfectamente conseguido (algo que le caracteriza), especialmente la potencia de la cadena que es el objetivo del cartel, gracias en cierto modo a la utilización de estos colores planos (influencia de “la estampa japonesa”), ya que da una cierta seguridad a la línea que define el trabajo. Además del movimiento, también es de influencia japonesa la originalidad de sus encuadres, que se manifiesta como podemos observar en las líneas compositivas diagonales y en el corte repentino de las figuras por los bordes.
Con todo ello lo que Lautrec ha querido, como ya hemos mencionado, resaltar por encima de todo la cadena, ya que es lo importante en este cartel, y el resto de elementos son secundarios.
A la hora de retratar al famoso ciclista hay que mencionar que como en el resto de carteles de Lautrec, siempre tiende a la caricatura de los personajes, donde con un mínimo de trazos intenta representar la personalidad y el carácter de los personajes. (En este caso yo creo que le ridiculiza un poco dejándole los calzoncillos por fuera, cosa que al resto de ciclistas no lo ha hecho). Y vemos como lo ha engrandecido en comparación al resto de ciclista, para enfocar así la atención del público.
Y por último, hay que decir que el mensaje que Bougle quería que se transmitiera en aquella época, era que la cadena Simpson era la mejor que existía hasta el momento, y gracias a este cartel hacia ver que era así, ya que de una forma u otra persuade viendo que la bicicleta que lleva la cadena Simpson es la que va a ganar la carrera, y que además uno de los mejores ciclista de la época confiaba en esta cadena, es decir, dos puntos a favor para que la gente se fiara de ella. Vemos perfectamente aquí la actuación de la publicidad.